Thursday, February 23, 2017

A las circunstancias no le interesan tus sentimientos



Hay muchas cosas en nuestra vida aparentemente sencillas de entender, pero cuando llega el momento de llevarlas a la práctica, la irreflexión toma el timón y actuamos en contra de nuestro propio bien. Un ejemplo sencillo es pelear contra el clima. El clima en Bogotá es particularmente azaroso. Podemos estar gozando de un sol radiante cuando, sin previo aviso, nos lava de pies a cabeza un aguacero relámpago. A muchas personas este hecho las saca de casillas fácilmente. Su estado de ánimo cambia drásticamente tiñendo de ahí en adelante todas las interacciones del día. Quién observa esto desde afuera tiene un gran espejo donde puede ver su propia falta de juicio. 

Ralph Waldo Emerson sugería crear una biblia personal con frases de diferentes escritores que hicieran vibrar nuestras almas. Tiempo atrás, Marco Aurelio hacía lo propio en su libro Meditaciones para recordarse constántemente de no dejarse arrastrar hacia la ansiedad, la furia, la depresión, etc por las circunstancias externas sobre las que no tenía control. 

El clima de Bogotá se presta mucho para llevar a la práctica este tipo de reflexiones. Debemos estar siempre al acecho de aquellas cosas que no están en la esfera de nuestro control para no desperdiciar nuestros recursos psicológicos y emocionales en ellas. 

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