Eres el producto de tu entrenamiento

En el medio en el que crecí siempre escuchaba al común de la gente hablar acerca de lo que constituía el ideal de la vida. En términos generales describían un espacio sin limitaciones para las indulgencias en donde el esfuerzo era doblegado por el poder del dinero. La moraleja de la historia era amasar la mayor cantidad de dinero posible para poder acceder a todos los juegos en el parque de diversiones social. Esto no sólo le aseguraba al cuerpo todos los placeres imaginables sino también un lugar prominente dentro de la sociedad. 

Es sencillo caer en ese juego porque usualmente no nos detenemos a pensar acerca de lo que implica la materialización de ese deseo. No es complicado encontrar ejemplos del destino al que han llegado aquellas personas que han tenido los medios para entregarse sin freno a sus impulsos ilustrando como una vida sin propósito es un corcho a la deriva. La mayoría piensa  que ellos serían la excepción a esta regla, pero la historia de la humanidad nos cuenta lo contrario. Para poder encausar los deseos se necesita un trabajo arduo y constante.  Quien ha decidido empezar a estudiarse, sabe de la complejidad del universo interior y lo exigente que es deshacerse de los malos hábitos. 

Si decidimos tomar las riendas de nuestra historia y tener una vida con propósito, debemos saber que las palabras no bastan. Hablar es demasiado sencillo. Describir al calor de unas cervezas los grandes sueños que tenemos es una práctica social que nos ha acompañado desde que el mundo es mundo. Sin embargo, una vez llevamos a la práctica nuestros anhelos honestos, nos damos cuenta de lo arduo de la labor.  En este punto podemos tomar la decisión de ignorar la epifanía y volver a aguzar las calderas de la fábrica de excusas, o ponernos la ropa de aventura y emprender la creación de nuestro propio camino. 

Si nos resolvemos por la segunda, el llevar a la práctica el producto de nuestras reflexiones se convierte en el corazón del significado que le damos a la vida.  En ese momento, todos los que nos rodean también adquieren significado. 

Cada día es valioso.  

Aplicar la razón a todas las cosas

"La persona que no se siente un poco avergonzada de quien era hace un año, probablemente no está aprendiendo lo suficiente." Alan de Botton 

Me cuesta trabajo creerle a las personas se ufanan de no tener ningún remordimiento. No sé que les anima a decir que no se arrepienten de nada. ¿Es el no arrepentirse alguna suerte de bastión que representa la infalibilidad? 

En mi caso particular, he cometido infinidad de errores que pude haber evitado si hubiera tenido mejores herramientas de reflexión y acción. He podido sentir mi conexión con la vida a través de mi experiencia desde que tomé la decisión consciente y sincera de prestar atención a la manera como me desenvuelvo en todo lo que hago y, a partir de lo que veo, llevar a cabo cambios y experimentos para enriquecer mi experiencia. 

El ver todo este proceso como una travesía me permite mirar todo lo que acontece con unos lentes más reflexivos que me permiten sentir constantemente ese sentido de reverencia que mezcla el terror y la fascinación que Rudolf Otto llama Mysterium Tremendum et Fascinans.  

Le he dicho a mi papá que algo notable que he sentido con el paso de los años es sentir que he sacudido de mi corazón bastantes resentimientos que llevaba como peso muerto en mi interior. La práctica de la razón estoica es una aproximación que me sigue fortaleciendo en ese sentido. 

¡Qué buena batalla sea nuestro pan de cada día! 

¿Por qué quieres impresionar a alguien?

"Compramos cosas que no necesitamos con dinero que no tenemos, para impresionar a personas que no nos agradan." Chuck Palahniuk, El Club de la Pelea

En el juego social, nadie se escapa de querer impresionar a los demás  por motivos alguna vez claros pero muchas veces ambiguos. En las estructuras jerárquicas por las que nos movemos, algunas personas conscientemente actúan de diversas maneras para obtener las resultados que buscan sin tener en cuenta ningún marco moral o ético.  Otras tantas, encarnan sus ideales y sus valores en los diferentes contextos sociales en los que participan. Habrá quienes erróneamente piensen que los segundos son demasiado inocentes, sin embargo, ignoran que tener un propósito dentro de un marco informado por la sabiduría justamente es lo que le da significado y profundidad a la vida.

En la vida todo es actuación. El cómo actuamos depende expresamente de la manera como nos vemos en el mundo. ¿Estamos creando puentes? . En el libro Las Enseñanzas de Don Juan, el chamán le siguiere al antropólogo que siempre escoja un camino con corazón. Ahora bien, ¿cómo sabemos si nuestro camino tiene corazón?. En mi caso, sé que estoy en el camino cuando mi corazón está irradiando agradecimiento y asombro ante el gran misterio y yo actúo en consecuencia.

La desesperanza como problema de estrategia

"Creo que estarás de acuerdo en que no hay nada más vergonzante que la conducta divagante e incierta que nos lleva a cobardes retiradas.  Esto sucederá en todos nuestros asuntos sino removemos los errores que secuestran y detienen nuestro espíritu previniendo que avancemos y demos todo de nosotros." Séneca, Cartas Morales, 95.46 

En la educación del siglo XXI se ha empezado a hacer énfasis en la formación en habilidades blandas en el marco de aprendizaje para toda la vida. Un área en particular que requiere una instrucción más seria tiene que ver con el planteamiento de objetivos de aprendizaje y el diseño de planes de acción para su consecución. En mi experiencia docente usualmente me encuentro con estudiantes que, en su gran mayoría, no tienen ningún objetivo claro y por consiguiente, ningún marco para enfocar sus esfuerzos.  

Mi labor, por supuesto, es darles herramientas para que entiendan el proceso de aprendizaje y estrategias que les permitan hacer planes de desarrollo. Empezamos con el planteamiento de  objetivos haciéndolos específicos, medibles, asequibles, relevantes y enmarcados en el tiempo (S.M.A.R.T Goals).  A partir de allí, creamos planes de acción que nos dictan lo que debemos hacer a diario para acercarnos a la consecución del objetivo. 

Lo que he podido observar es que los estudiantes que ponen en práctica dichas estrategias, gozan de niveles de ansiedad muchos más bajos que aquellos que no. El plan que diseñan le permite moverse dentro de un marco que alimenta su motivación intrínseca y sentido del logro.  La estructura que han creado siguiendo los modelos les ha permitido darse cuenta que son capaces de alcanzar metas que pensaban ajenas a su potencial. 

Tener un plan accionable optimiza la calidad de vida.

El valor de las cosas

"El sabio no necesita nada y sin embargo, hace buen uso de todo. El tonto "necesita" todo y sin embargo, no hace buen uso de nada." Donald J. Robertson

Cuenta la historia que Diógenes de Sinope, el discípulo más destacado de la escuela cínica, no veía la necesidad de tener una casa y por eso vivía en un barril de vino. Esto era una de las tantas cosas que hacía para ilustrar la importancia que le daba a su libertad sobre las cosas que pudieran limitarla. Tal tipo de pensamiento y acción no pasaron desapercibidos por eso, cuando llegó a oídos de Alejandro Magno, este sintió una curiosidad enorme por conocerlo y fue a visitarlo a Corinto.  Una vez allí, sabiéndose el hombre más poderoso del mundo, le dijo a Diógenes, "Pídeme lo que quieras.", a lo que este le respondió, "Muévete a un lado que me cubres el sol." Ni siquiera Alejandro, con todo los títulos que lo adornaban, pudo doblegar el alma del filósofo. 

Diogenes tenía una manera particular de asignar valor a las cosas. Sus necesidades eran satisfechas por la naturaleza. A esta la consideraba esencial y por ende valiosa. Como su cometido final era la formación de un buen carácter, consideraba que el ejercicio del mismo nos lleva a asignar valor a las cosas dependiendo de si están alimentando el buen carácter o no. ¿Cuál es el alimento del buen carácter? Justo allí esta nuestra libertad. 

Entre el libre albedrío y los determinismos

"El primer principio es que uno no de debe engañar a uno mismo y uno mismo el la persona más fácil de engañar." Richard Feynman

Los estoicos tienen en mayor estima a la razón y consideran que debe ser el timonel a cargo de nuestra travesía, sin embargo, la razón no es un algo que debamos dar por sentado. ¿En qué medida nos hemos engañado tantas veces pensando que actuábamos de la forma más racional? 

Una vez abrazos la idea de emprender el camino del prokopton, debemos conducir exploraciones diarias a las estructuras que gobiernan nuestra mente para así purgarla de los parásitos que nos llevan a tomar decisiones desinformadas y apresuradas. Debemos evaluar qué tan racionales han sido nuestras acciones y qué las está informando. 

Debemos explorarnos desde la biología, la psicología, la sociología, etc. para tener una mejor idea de como está estructurada nuestra identidad y si esta está atada a un propósito rector que impulse sus acciones. Al momento de identificar complejos de pensamiento que están ocasionando incrementos del caos en nuestras vida, debemos diseñar planes de acción para modificarlos y en su lugar ubicar procesos autocorrectivos que nos permitan restablecer el balance dinámico de nuestro desarrollo. 

Sobre la riqueza y la libertad

"La riqueza no consiste en tener muchas posesiones sino pocas necesidades." Epicteto 

Nos dice Ryan Holiday que hay dos maneras de ser pudiente. Una de ellas es obtener todo lo que queremos y la otra querer todo lo que tenemos.  De las dos, una es más sencilla de obtener en el aquí y en el ahora. 

Si constantemente estamos pensando en aquello con lo que no contamos , dejamos de prestar atención y apreciar lo que ya tenemos. Esto aplica tanto a posesiones materiales como a nuestras relaciones. 

En cuanto a las posesiones materiales hay una curiosa paradoja. El trabajo de los publicistas es mayormente hacernos querer cosas que no necesitamos. La promesa del consumismo es que podemos llenar cualquier vacío con los productos que vomita a diario. Sin embargo, existe un fenómeno psicológico llamado adaptación hedonista que demuestra como una vez adquirimos un objeto determinado, la emoción de poseerlo se disipa rápidamente dejándonos nuevamente con el desasosiego que nos empuja a perseguir otro nuevo. 

Si bien no está mal querer conseguir determinadas cosas materiales, es importante tener en cuenta que los únicos que pueden disfrutar del futuro son los que habitan y aprecian su presente. 

Sobre las ideas y la práctica

"Si practicar lo que predicas te parece complicado, intenta predicar lo que practicas." Bowen Baxter

La historia nos ha traído infinidad de pensadores excepcionales, grandes maestros y excelentes modelos a seguir. Podríamos pasarnos la vida entera leyendo sobre sus doctrinas y sus prácticas sin tener que movernos un ápice y justamente allí es donde yace el problema. 

Es común que respondamos de manera positiva a mensajes revitalizadores que sirven de bálsamo para nuestra alma cuando nos sentimos avasallados. El problema es que si las ideas no son accionables o no las llevamos a la práctica, terminan perdiendo todo su valor. Se convierten en entes vacíos que usamos de escape para no hacerle frente a nuestras responsabilidades. 

La estrategia para seguir fieles al camino de la sabiduría es encarnar las enseñanzas que consideramos admirables. Debemos transformar la idea en acción para así evaluar su mérito en virtud de nuestra experiencia. El no hacerlo es sencillamente una masturbación mental. 

El alma maniatada

Séneca dice que el alma racional tiene enfermedades producidas por los vicios que nos han acompañado por un largo tiempo. Dichos vicios nos roban energía y atención que podríamos utilizar en la materialización de nuestros ideales. Por esta razón es indispensable que seamos ser francos al momento de identificar los estimulantes materiales y no materiales que nos parasitan. 

Una vez que identifiquemos las fugas de energía debemos crear un plan de desarme de ese patrón de pensamiento-acción y poner otro que esté más alineado con los objetivos que nos hemos planteado. Esto puede sonar sencillo pero requiere un esfuerzo intencional diario por lo cual muchas personas desisten de intentarlo. Sin embargo, no es necesario que el cambio que queremos generar se haga por medio de una intervención extrema. Esa estrategia le funciona a un grupo muy reducido de personas. 

Una estrategia más sensata consiste en empezar a generar cambios pequeños por un periodo prolongado de tiempo para alimentar constantemente la motivación intrínseca. 

El proponente de los pequeños cambios de hábitos se llama B.J Fogg, psicólogo de la Universidad de Standford. Por medio de su estudio ha demostrado cómo por medio de su estrategia, se pueden producir grandes cambios a largo plazo. Un ejemplo de las intervenciones de las que habla tiene que ver con el hábito de comer comida chatarra mientras se ve la televisión. Para cambiar este hábito sugiere, cambiar el lugar donde se almacena la comida chatarra en la cocina. Ponerla en un lugar que genera mayor esfuerzo para sacarla al momento de querer comerla. En su lugar, se debe tener un tazón de pasabocas saludables al alcance de la mano. Como lo ilustra la situación anterior, la nueva acción que se está realizando para adquirir un mejor hábito no debe representar un mayor esfuerzo para que de esta manera la mente no trate de evadirla. 

Seamos estratégicos. Recuperemos nuestra mente. 

El indicio de la buena educación

En Colombia aún muchas personas equiparan la buena educación con el número de títulos obtenidos en universidades de prestigio. El tener un "cartón" profesional se convierte en un símbolo de estatus más que de excelencia académica. Esta percepción afecta a la sociedad en general ya que si las personas pierden respeto por el conocimiento, se crea el ambiente perfecto para que charlatanes demagogos las atrapen en sus hilos emocionales de irracionalidad que, como nos cuenta la historia, llevan hacia el totalitarismo. 

Una buena educación está caracterizada por el ejercicio de la conciencia y la reflexión que nos permite identificar los errores que cometemos al seguir determinados patrones de pensamiento que convertimos en acción impulsiva.  El elemento de autocorreción nos permite disminuir el número de tonterías que cometemos cuando nuestra cognición está actuando en contra de si misma. Una buena educación es una responsabilidad personal que es informada por el diálogo entre nuestra experiencia, el conocimiento recibido y la reflexión sincera. 

El mejor refugio está en el interior

Nos hemos escuchado decir en varias ocasiones que sí tan sólo contáramos con suficiente tiempo libre nos entregaríamos sin reparos a los verdaderos anhelos de nuestra alma. En la mayoría de los casos este deseo es sólo palabras vacías. ¿Cuántas veces no hemos encontrado dilapidando el tiempo libre? ¿Cuántas veces estando en vacaciones hemos extrañando el trabajo o el estudio estructurado que supuestamente nos estaba amarrando las alas? ¿Cuántas veces el supuesto espacio de paz mental que buscábamos lo llenamos del contenido más trivial? 

Muchos piensan erróneamente  que el sólo hecho de cambiar de contexto físico con sus restricciones inherentes les va a cambiar el contenido de su mente.  No hay nada más falaz. A donde vamos, llevamos nuestra mente. Por consiguiente, la idea no es buscar escapes exteriores sino cultivar nuestros espacios interiores para no mentirnos, para comprometernos con nuestros objetivos, para respetarnos, para sentirnos cada vez más en casa. 

Preparado para cualquier visita

"No asestes un golpe si hay una manera honorable de evitarlo, sin embargo, si debes hacerlo, hazlo con todas tus fuerzas." Theodore Roosevelt 

Los estoicos utilizan la visualización negativa para ejercitarse para enfrentar los reveses de la vida. La idea del ejercicio es imaginar los escenarios más complicados con los que nos podríamos enfrentar en la vida y, una vez pasada la conmoción, idear respuestas irreprochables que nos permitirían superarlos. 

Usualmente no nos enseñan este tipo de estrategias porque existe la idea bobolicona de que si me imaginamos algo malo, de alguna manera, lo estamos convocando. Nadie con tres dedos de frente desearía enfrentar un mal sin razón alguna. Lo que se busca por medio de este ejercicio es que dejemos de dar lo que tenemos por sentado y consideremos la posibilidad de vernos en situaciones no deseables para saber si contamos con los recursos interiores para enfrentarlos con dignidad. 

Sabiduría perenne

"Presta atención a lo que los demás piensan y siempre serás su prisionero." Lao Tzu

Hay algo que no deja de sorprenderme. Entre los escritores que han sobrevivido al paso de las épocas encuentro siempre detrás de sus palabras una fuente de la que, al parecer, todos han bebido. Es como si al sumergirse en silencio en el alma insondable llegaran a un sitio compartido en donde encuentran tesoros que no hinchan arcas sino que aclaran corazones y mentes. 

Una de las lecciones a las que nos exhortan es a cultivar nuestra mente para que no se convierta en un títere de la mentalidad de grupo cuya característica principal es la reactivad, la irreflexión, la inmadurez y la soberbia con la que pretende cubrir su idiotez. 

Tenemos los días contados. Busquemos la fuente. 

Imposible sin tu consentimiento

Algunas veces decimos cosas como, ¡Qué día tan estresante!, ¡Mi jefe me hace enojar!, ¡Este clima me deprime! Como lo decimos de manera común y frecuente pensamos que es la manera normal de reaccionar ante las cosas. Si tomáramos un momento para reflexionar sobre esto, nos daríamos cuenta que eso eventos externos no son la causa de nuestra frustración; la causa de nuestra frustración es la evaluación interior que hacemos de esos eventos. 

Los estoicos usan la palabra hypolêpsis para referirse a los pensamientos, los juicios y las percepciones de nuestra mente. Con esto quieren decir que los terceros nos son responsables de nuestros estados interiores; nosotros tenemos control sobre el contenido de nuestra mente. Si no estamos a gusto con las respuestas automáticas de nuestra mente, debemos trabajar de manera intencional y disciplinada para cambiarlo. Nadie lo va a hacer por nosotros. 

El uso sensato del esfuerzo

Es innegable que somos seres gregarios por naturaleza, sin embargo, mercaderes de toda laya ,conocedores  del funcionamiento de la sociedad de consumo, han sabido manipular este hecho a su favor. Han diseñado estilos de vida y nos han hecho creer que debemos seguirlos si queremos escalar nuestra posición en la pirámide de la aceptación social. 

Si no tenemos la buena fortuna de identificar esta trampa, nuestros esfuerzos apuntarán a obtener puntos en un juego que fue diseñado, no para mejorar nuestras condiciones de vida, sino para llenar los bolsillos de personajes con muy bajos escrúpulos. 

Debemos ser sabios al momento de distribuir nuestros esfuerzos. Debemos saber que nuestros esfuerzos están conectados con la materialización de nuestros ideales dentro del marco de los valores que atesoramos. Debemos entender que nuestro carácter no es un bien negociable. Debemos saber que no hay dinero que compre la dignidad. 

El privilegio de la razón

Son muchas las cosas que damos por sentadas en nuestra miopía existencial.  La capacidad de poder sopesar las situaciones y tomar decisiones es una de ellas. Olvidamos con cierta frecuencia que muchas personas carecen de esta habilidad o está tan pobremente desarrollada que los productos de sus decisiones dejan mucho que desear.

El contar con la habilidad para razonar y el ejercitarla intencionalmente nos permite mejorar cualquier circunstancia que estamos enfrentando y en esta medida mejorar nuestra situación actual. Este poder enorme de poner quilla en nuestro bote debe ser asumido con responsabilidad.