"Es cierto que alguien puede obstaculizar nuestras acciones, sin embargo, no puede influir en nuestras intenciones y actitudes. Estas últimas tienen son condicionales y adaptables. La mente puede adaptar y convertir cualquier obstáculo en un algo que nos ayude a avanzar. Aquello que era un impedimento para la acción, se convierte en algo que impulsa la acción. El obstáculo en el camino se convierte en el camino." Marco Aurelio, Meditaciones, 5.20
Marco Aurelio nos recuerda que a diario nos vamos a encontrar con acontecimientos que van a entorpecer el curso de nuestros planes. En este momento, nos aconseja, debemos recordar que dichos obstáculos son oportunidades para practicar otras virtudes que queremos alcanzar. Por ejemplo, si nos vemos atrapados en el tráfico, podemos practicar la paciencia; si alguien cercano nos hiere, podemos practicar el perdón, si no pasamos una materia, podemos revisar la efectividad de nuestras estrategias de estudio.
Sabiendo la naturaleza caprichosa de las cosas, todos los días tenemos la oportunidad de transformar lo que a primera vista juzgamos como malo, en algo que nos puede ayudar a fortalecer nuestro espíritu para así tener la capacidad de hacerle frente a retos mayores que nos revelen más facetas de nuestro potencial.
Transformemos el plomo en oro.