"Si construiste castillos en el aire, tu trabajo no está perdido necesariamente. A decir verdad, allí es donde deben estar. Lo que debes hacer ahora, es empezar a construir los cimientos." Henry Thoreau
La vida se mueve inevitablemente en la incertidumbre. Las cosas no siempre salen como nosotros deseamos o planeamos. Si bien podemos crear condiciones para mejorar las probabilidades de determinados resultados, siempre cabe la posibilidad de que algo no funcione como lo esperábamos.
En ese sentido, los estoicos nos sugieren tener un plan B ante cualquier situación. Esto nos permite reaccionar de una manera más sensata cuando algún evento inesperado torpedea nuestros planes.
El plan B está dentro de nuestro marco de decisión y acción y va de la mano de la estrategia de la visualización negativa que discutí en otra entrada. La idea es imaginarnos el peor de los escenarios para luego diseñar respuestas que reflejen un carácter deseable. Por ejemplo, si nuestra pareja nos traiciona, en lugar de sobredimensionar el dolor para fingir mitigarlo a través de drogas o alcohol, podemos utilizarlo como una guía para revaluar nuestros mapas de la realidad y diseñar un destino diferente. Un destino que marque el inicio del camino del héroe del que nos habla la mitología.
Nuestro regalo de nacimiento fue el haber aparecido en una historia viva que se desenvuelve sobre el cuerpo de la incertidumbre. Debemos recuperar nuestra capacidad de bailar con él mientras avanzamos sobre el camino que conduce hacia nuestros ideales.
Decidamos aprender a ubicar nuestro norte cuando nos sintamos perdidos.
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