"¿Qué nos puede ayudar en nuestra batalla contra el hábito? Hacer lo opuesto." Epicteto, Discursos, 1.27.4
En nuestro trabajo de observación personal, debemos estar atentos a aquellos hábitos que nos tienen estancados en un vórtice de malos resultados. Si la manera habitual de arreglar los conflictos es ceder, quizá nos convenga dejar de ser timoratos y decir lo que verdaderamente pensamos y afrontar las consecuencias. El ceder una y otra vez puede llevar a que los demás piensen que somos unos pusilánimes con los que se puede jugar y manipular fácilmente.
Otro contexto puede ser el aprendizaje. Si nos encontramos en una meseta donde no estamos avanzando y el nivel de frustración constante nos quiere hacer abandonar la lucha, acaso nos convendría cambiar de estrategia y evaluar los resultados para poder tener un punto de comparación fidedigno.
Si hay algo en nuestra vida que no está funcionando dentro de niveles aceptables, debemos empezar a probar diferentes tácticas para observar su incidencia. No es de sabios hacer lo mismo siempre esperando resultados diferentes y culpando al destino por nuestra falta de fortuna.
Aprendamos a ser flexibles. Aprendamos a jugar de verdad.
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