Preparados y activos

"!Qué el destino nos encuentre preparados y activos! Una gran alma es aquella que se entrega a su destino. Lo opuesto es un alma débil que le tiene desdén al orden natural y lucha contra el. Es un alma que busca corregir los errores de los dioses en lugar de los propios." Séneca, Cartas Morales, 107.12

El hecho que la vida no está sujeta a nuestros caprichos personales es una verdad incontestable.  Una vez lo aceptamos, podemos operar bajo la premisa de que, más allá de querer dominar los hilos del destino, debemos cultivar nuestro interior para hacerle frente a los azares inherentes a la existencia. 

Poma Chodron, una reconocida monja budista norteamericana, sugiere que recibamos cualquier cosa que nos trae el destino como si fuera algo que nosotros convocamos para que nos permitiera aprender una lección que necesitábamos. 

En lugar de hacer cabriolas tratando de torcer cada una de las hojas del árbol de la vida, no hace bien alimentar nuestra alma para que no sucumbamos a la desesperanza o el rencor cuando las cosas no salen como bien desearíamos. 

La aceptación de nuestro destino es escuchar el llamado interior que nos impulsa a explorar nuestro potencial por el bien del mundo. 

Aceptemos el llamado.