"Todos los pensamientos verdaderamente elevados los concebimos mientras caminamos." Friedrich Nietzsche
Es necesario movilizar nuestras energías físicas para que fluyan mejor las ideas que se están gestando constantemente en nuestras mentes. Sabernos conciencias corporalizadas es esencial para experimentar el asombro de ser parte de un proceso en continuo desarrollo. Ver la vida en el entorno nos permite sabernos parte de una corriente que no se interrumpe por nuestras cuitas y, sin embargo, las sana.
Salir a caminar solos en una experiencia de comunión con el todo que nos lleva a la contemplación. Es una atmósfera que desanuda, si lo permitimos, las aflicciones que interrumpen nuestros pasos. Salir a caminar es un bálsamo que nos habla en un lenguaje vivo, presente y que respira. Salir a caminar abre surcos que nos llevan a claros que nos entregan epifanías. Salir a caminar es rezar sin palabras.
Caminemos.
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