La franqueza y la honestidad se cuentan entre los principales pilares de nuestra práctica. Nuestro modo de operar automático debe estar basado en esas dos cualidades. Al ser francos, las personas que son parte de nuestro círculo social saben que pueden contar con nosotros al momento de buscar retroalimentación constructiva acerca de cualquier suceso o proceso. De la misma manera, el círculo social que estamos cultivando debe estar compuesto por individuos que también exhiben esa cualidad y nos pueden ofrecer la misma ayuda.
La honestidad, que va de la mano de la franqueza, nos permite hablar de manera abierta y confiada acerca de la vida que estamos construyendo, empezando con nosotros mismos. Nos permite generar vínculos de confianza y amistad mucho más fuertes con todas las personas. Con el respeto ganado por medio de la experiencia, quienes nos rodean pueden sentirse seguros de quitarse las máscaras que sienten que deben usar con otras personas con principios morales dudosos. El ambiente de honestidad entre pares es una suerte de oasis social que creamos voluntariamente con quienes confían en nosotros a causa de nuestra propio carácter.
Seamos dignos de confianza.
No comments:
Post a Comment