Wednesday, April 5, 2017

Confía en tus instintos, pero siempre busca evidencias que lo apoyen



Aunque nos guste creer que nuestra racionalidad siempre está en el centro de nuestras pensamientos y acciones, un pequeño paseo por el mundo de los sesgos cognitivos nos demuestra las múltiples maneras en las que nuestro juicio puede verse comprometido. 

Para ilustrar lo anterior podemos tomar el caso del sesgo de confirmación. Este sesgo nos lleva a filtrar la información de tal manera que solamente dejamos pasar aquella que está alineada con nuestras ideas preconcebidas, nuestros prejuicios, y nuestras hipótesis. De ahi la importancia de exponernos a ideas contrarias para evaluar el grado de veracidad, coherencia y cohesion de las nuestras. Si buscamos escondernos de las ideas que nos conflictúan o contradicen, no estaremos ejercitando nuestro pensamiento critico convertiéndonos , de esta manera, en presa fácil de cualquier ideología. 

Si bien la intuición juega un papel fundamental al momento de navegar el universo social con presteza, es importante reconocer que confiar ciegamente en este automatismo nos puede llevar a sacar conclusiones imprecisas por lo apresuradas. Como medida correctiva debemos evaluar con frecuencia nuestro proceso de pensamiento buscando indicios de sesgos e inconsistencias ya que una de las taras de nuestro raciocinio, es querer tener siempre la razón. 

Si no somos cuidadosos, nuestro propio ego nos puede cegar. 

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