En la tradición zen existe una estrategia que utilizan los maestros para comprobar el avance de sus alumnos. Se le conoce como koan y consiste en una clase de aparente acertijo que desafía la interpretación y debe ser aproximado desde una perspectiva racional diferente a la usual. Hay uno en particular que se ha popularizado en occidente que, palabras más, palabras menos, dice: Cuando un árbol cae en un bosque, ¿hace ruido si no hay nadie para escucharlo?
Ryan Holiday, de manera similar, nos invita a pensar en una situación que puede tener lugar en nuestras interacciones diarias. Imaginemos, dice, que recibimos un correo un tanto agresivo o grosero, pero por cuestiones de tiempo u organización queda perdido en el mar de correos recibidos. Es decir, nunca lo leímos. En ese caso, ¿realmente tuvo lugar ese correo?
Lo que se quiere ilustrar con este ejemplo es que la evaluación de cualquier evento depende de la interpretación que nosotros le demos. El suceso en sí mismo no es "bueno" o "malo". El matiz del suceso depende de los lentes que usemos para verlo. Una vez entendido esto, lo que nos resta es llevarlo a la práctica de manera constante y reaccionar de maneras que consideremos más cercanas a un carácter templado.
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