"Si un árbol cae en la mitad del bosque y nadie lo escucha, ¿produce ruido?" Koan Zen
Partiendo de ese koan, podemos preguntarnos, si actuamos de manera correcta y nadie lo nota, ¿realmente hicimos algo? La respuesta de Marco Aurelio es que sí. Nuestro buen actuar se deriva de la naturaleza de nuestro carácter y no de adulaciones externas. Podemos considerar que actuar bien es un fenómeno autotélico. Es decir, la misma acción es su propia justificación. Así como el viñedo produce uvas, independientemente de que vayan a ser comidas o no, nosotros debemos obrar bien, independientemente de si alguien se está dando cuenta de nuestro actuar.
La búsqueda del reconocimiento y el protagonismo puede convertirse en un elemento que nos distrae y nos desvía de nuestro camino. Si empezamos a alimentar nuestro ego de manera desmedida, el mundo empezará a girar alrededor suyo, haciéndonos perder de vista nuestro propósito.
Hace algún tiempo leí en algún lugar una frase que reza: "Haz el bien y cállate". Hasta el día de hoy sigue siendo una de las mejores lecciones que he recibido.
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