Encontrar a los mentores correctos

"Nos gusta decir que no tuvimos la oportunidad de escoger a nuestros padres, que el azar se encargó de dárnoslos, sin embargo, lo que sí tenemos es la capacidad de escoger verdaderamente los hijos de quién queremos ser." Séneca, Sobre la Brevedad de la Vida, 15.3a

Somos herederos de generaciones de personas que tuvieron que vérselas también con la perplejidad que causa la vida. A partir de sus experiencias, muchos de ellos consignaron sus reflexiones para que no perecieran con ellos, para que pudieran ser compartidas en la posteridad. Hoy en día tenemos suerte de tener acceso a estas voces sabias desde cualquier parte del mundo. Podemos interactuar con las mentes de los que ya han sido y sus ideas nos vitalizan. 

Un ejercicio, sencillo para entrar en contacto con ideas accionables valiosas, es preguntarle a las personas que admiramos por su carácter, cuáles han sido sus mentores. En ocasiones, si tuvieron fortuna, nos hablan de las personas que los criaron, padres o guardianes, y el ejemplo que recibieron de ellos. En otras ocasiones nos hablan de pensadores cuyas ideas han trascendido el tiempo y la manera cómo estas alimentan sus almas. 

Es menester hacerle honor a la sabiduría de los tiempos y encarnar el verbo que la impulsa. Sólo por medio de la experiencia podemos determinar el valor de una idea en nuestra vida. Las ideas que no se accionan carecen de vida. Las ideas deseables las revitalizamos a través de nuestro actuar. 

Comulguemos con la sabiduría perenne. Transformemos la palabra en vida.