Sunday, June 25, 2017

Siempre di menos de lo necesario



No es conveniente querer hablar de más. Muchas veces ese viejo hábito nos puede traer más problemas posibles soluciones. Al no controlar la lengua podemos dejar escapar pensamientos a medio cocer que se convierten en los clavos de nuestro ataúd. 

Es deseable cultivar el hábito de no decir todo lo que pensamos para no revelar más de lo que nos dicta el sentido común. Lo que hemos dicho se convierte en arma de doble filo y puede ser usada en nuestra contra. Debemos saber con quién hablamos, con quién compartimos nuestras ansias más privadas. No todo el mundo tiene la capacidad de apreciar una amistad, por el contrario, tienen agendas privadas que los llevan a querer manipular la gente a su antojo. 

Si somos prudentes con nuestras palabras, podemos ser mejores comunicadores ya que no nos persigue el afán de escuchar lo "listos" que creemos ser por momentos. De igual manera, podemos escuchar mejor y saber como nuestra historia se cuenta a través de otros labios. 

Valoremos nuestra historia. Valoremos nuestra palabra. 

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