Wednesday, November 22, 2017

El jarrón ya estaba roto



"Sólo hay una clase de conmoción que es peor que la totalmente inesperada: Aquella causada por lo esperado para lo que rehusamos prepararnos." Mary Renault

Uno de los ejercicios estoicos que me parece más interesante y retador tiene que ver con la contemplación de las cosas que pueden salir mal en todo contexto. El hecho de aceptar tranquilamente la posibilidad de que las cosas pueden salir contrarias a lo que esperamos, nos permite alivianar la carga del choque cuando sea así. 

El ejercicio nos invita a llevar la misma aceptación con la que nos relacionamos con ciclos climáticos, por ejemplo, a situaciones menos previsibles pero cuya ocurrencia también está dentro de las probabilidades: la casa en ruinas por un incendio, un despido del trabajo, una enfermedad terminal, etc. 

Al permitirnos relacionarnos con estar posibilidades un tanto lúgubres, estamos valorando mucho más lo que tenemos ya que es más claro para nosotros su naturaleza efímera.

Apreciemos activamente. 

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