"No te digas más que lo que te dicen las primeras impresiones. Si te dicen que alguien habla más de ti, eso es sólo un reporte. No es algo que te esté hiriendo ahora. Me doy cuenta que mi hijo está enfermos, pero no sé si va a morir. Quédate con la primera impresión y no le añadas nada en la mente. De esta manera, nada te puede pasar." Marco Aurelio, Meditaciones, 8.49
Este llamado al pragmatismo por parte de Marco Aurelio sirve para recordarnos que en muchas ocasiones corremos el riesgo de caer en espirales de reflexión vacía. Al pensar demasiado acerca de una situación en particular, nuestra atención se ve raptada por múltiples reflejos que impiden el movimiento.
Pensemos, por ejemplo, cuando escuchamos que alguien está hablando mal de nosotros. En ese momento, lo más sensato sería concebir este reporte informal como un algo anecdótico y nimio. Sin embargo, si queremos ahogarnos en un vaso de agua en una forma de autotortura voluntaria, podemos empezar a pensar en la motivación que llevó a ese tercero a hablar mal de nosotros y tratar de idear estrategias para ponerlo en su sitio cuando tengamos la oportunidad para demostrarle al universo entero, que con nosotros no se juega, que el que habla mal de nosotros se tiene que atener a las consecuencias, que el que se mete con nosotros no sabe lo que le espera, etc.
Debemos saber escoger nuestras batallas y evaluar nuestras estrategias.
Cambiemos la dieta de la mente.
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