Friday, September 8, 2017

Qué no nos encandile la buena fortuna


"Nadie es aplastado por la fortuna sin haber sido engañados por ella primero. Aquellos que nos son presuntuosos en sus buenos tiempos no se les revientan sus pompas de jabón cuando las cosas cambian. Ante la buena o la mala fortuna, la persona estable mantiene su alma racional imbatible. Justamente en los buenos tiempos donde prueba su fortaleza contra la adversidad." Séneca, Consolación a Helvia, 5.4b, 5b-6

Siempre es fácil hablar acerca de la importancia de la fortaleza del espíritu y la práctica continua para mantenerlo así, sin embargo, cuando la fortuna nos arroja en el medio del caos de una crisis, la innegable realidad de ese momento nos hace ver rápidamente si verdaderamente  hemos convertido las lecciones en nuestro carácter.  

Los momentos en que las cosas se sienten del todo bien, más que ser la golosina de la autosuficiencia, son los momentos que debemos aprovechar para mejorar las manera como navegamos las tempestades. Son los momentos para cultivar nuestro interior por medio de las lecciones que recibimos de prestarle verdadera atención a lo que estamos haciendo, de la manera cómo nos relacionamos con nuestros semejantes, de la manera cómo comemos, lo que elegimos hacer con nuestro tiempo, etc. 

Rickson Gracie dice que la fortaleza no necesariamente se demuestra en la victoria. La adversidad, dice, es una gran oportunidad de demostrar fortaleza de corazón. Si vivimos los ciclos de esta manera, tenemos la oportunidad de alimentarnos bien a través del cambio. 

Honremos la presencia de la fortuna. 

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