La parábola de los dos lobos narra la historia de un abuelo que le cuenta a su nieto que en nuestro interior hay una lucha terrible entre dos lobos. Un lobo bueno que representa comportamientos deseables, y un lobo malo que representa comportamientos reprochables. El nieto le pregunta a su abuelo: "¿Cuál lobo ganará la batalla?", a lo que este responde: "El que tú alimentes."
Al final del día, es una buena idea reflexionar acerca de lo que hicimos. Este ejercicio nos sirve para saber a ciencia cierta si estamos usando nuestro tiempo de manera óptima. La medida de logro en cuanto al manejo del tiempo se refleja en el porcentaje del mismo que dedicamos a llevar a cabo actividades que están relacionadas con nuestros objetivos.
Es fundamental saber que nos convertimos justamente en aquello que repetimos. Si queremos generar nuevos hábitos, debemos repetirlos con frecuencia para se vuelvan parte de nuestro comportamiento. Debemos hacerle seguimiento a nuestras rutinas para decidir si nos están acercando a nuestras metas. Si nos alejan de ellas, lo sensato es cambiarlas para volver a buen curso.
No es prudente malgastar nuestro tiempo buscando chivos expiatorios que excusen nuestra holgazanería. Si hemos establecido un objetivo, nuestra energía debe estar enfocada a la consecución del mismo. Esto, por supuesto, exige un esfuerzo y si nos respetamos, le debemos hacer frente con gallardía.
Tiremos al cesto de basura nuestras escuálidas excusas.
No comments:
Post a Comment