"¿Y entonces por el hecho de no ser talentoso por naturaleza no voy a dar lo mejor de mí? No llegaré a ser mejor que Sócrates, pero el sólo hecho de no ser demasiado malo, es suficiente para mi." Epicteto, Discursos 1.2.35
Un aspecto importante del camino del prokopton es que debemos saber que nuestras acciones han de ser autotélicas, es decir, en si mismas han de ser su propia recompensa. Esta recompensa de da en la medida en que sepamos estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo.
Cuando la aguja de nuestro compás interior se mueve de acuerdo a los caprichos de la aprobación externa, estamos dándole espacio a todo tipo de manipulaciones que nos alejan de la tierra que estamos labrando.
La manera como desarrollamos nuestras labores es un indicador tangible de la calidad de nuestro carácter. Debemos ser totalmente honestos con nosotros mismos al momento de evaluar nuestro actos. Este tipo de observación es la base para el desarrollo de nuestros planes de acción futura. Alcanzar este tipo de consonancia entre nuestros pensamientos y nuestras acciones no es una labor sencilla, sin embargo, como dice Epicteto, nuestros esfuerzos deben estar encaminados a que demos lo mejor de nosotros mientras transitamos este increíble misterio.
Hagámoslo bien. Hagámonos bien.
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