"Emprendamos cada día con todo nuestro corazón. Dejemos atrás todas nuestras distracciones y comprometámonos con nuestro propósito. Si no es así, nos daremos cuenta demasiado tarde del paso ligero e imparable del tiempo y habremos quedado atrás. Cuando empiece un nuevo día, recibámoslo como si fuera el mejor día de nuestra vida y hagámoslo nuestro. Debemos aprovechar lo efímero en el tiempo." Séneca, Cartas Morales, 108.27b-28a
Todos los días recibimos un nuevo número de horas que podemos usar como bien nos parezca. Podemos pasar el día al frente de la pantalla del computador buscando distraernos de nuestras responsabilidades, o podemos hacerle frente a las cosas que sabemos que debemos hacer. Podemos crear unos objetivos claros que guíen nuestras actividades del día, o podemos pasar el día abatidos entre el aburrimiento y la pereza. Podemos pasar el día quejándonos de nuestra condición económica o social, o podemos hacer algo encaminado a mejorarla. Podemos buscar culpables para todos los problemas que tenemos, o podemos empezar a resolver las cosas que tenemos pendientes y están dentro de nuestro marco de injerencia. Todos los días tenemos la oportunidad de actuar como bien nos parezca. ¿Qué vamos a hacer hoy?
Valoremos el minúsculo paréntesis en el infinito que representa nuestra vida.
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